Los podólogos tratan afecciones como uñas encarnadas, verrugas plantares, hongos, pie de atleta, juanetes, fascitis plantar, callos y durezas, problemas de pisada, pie plano o cavo, y heridas en pacientes diabéticos.

Debes acudir si tienes dolor en los pies, uñas encarnadas, callosidades, hongos, pie diabético, problemas en la pisada o cualquier otra molestia en los pies. También es recomendable hacer revisiones periódicas, especialmente si eres diabético o tienes problemas circulatorios.

Si sientes dolor al caminar, tienes una mala alineación de los pies, te cansas fácilmente o presentas problemas en rodillas o espalda, es recomendable realizar un estudio de la pisada para evaluar si necesitas plantillas personalizadas.

El tratamiento depende del grado de afectación. Puede incluir el corte correcto de la uña, la aplicación de antisépticos, desinfección y, en casos graves, una pequeña cirugía para eliminar la parte afectada de la uña.

Sí, es recomendable revisar la pisada de los niños desde pequeños para detectar problemas como pie plano o alteraciones en el crecimiento.

Debes revisar tus pies a diario, mantenerlos hidratados, usar calzado cómodo y evitar caminar descalzo. Es importante acudir al podólogo para prevenir y tratar cualquier lesión antes de que se complique.

Los hongos en los pies, también conocidos como pie de atleta o onicomicosis (cuando afectan las uñas), son infecciones causadas por hongos dermatofitos. Se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos, como piscinas, gimnasios y calzado cerrado.

Los síntomas incluyen enrojecimiento, picazón, descamación, mal olor, grietas entre los dedos, engrosamiento y cambio de color en las uñas.

El tratamiento varía según la gravedad del caso. Puede incluir cremas o sprays antifúngicos tópicos, medicamentos orales o terapias avanzadas.